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El Ingreso Mínimo Vital (IMV) es una prestación que busca garantizar un nivel mínimo de ingresos a las familias en situación de vulnerabilidad. Sin embargo, desde su implementación, se ha complementado con un incentivo al empleo, una iniciativa aprobada por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en 2022, que permite a los perceptores del IMV compatibilizarlo con ingresos derivados de un trabajo.

Esta medida no solo fomenta la empleabilidad, sino que también ofrece una vía para mejorar la situación económica de los beneficiarios.

¿Qué es el incentivo al empleo?

El incentivo al empleo se basa en la idea de que los ciudadanos que perciben el IMV pueden trabajar sin perder de inmediato la prestación. La normativa establece que los ingresos laborales se restan del importe del IMV, lo que significa que, en muchas situaciones, se puede cobrar tanto el salario como el IMV al mismo tiempo.

¿Cómo funciona?

La clave para aprovechar este incentivo está en el sueldo que se recibe. Si el salario de un trabajador no supera el 60 % del IMV, puede percibir la cantidad total de la prestación sin ningún tipo de recorte. Sin embargo, si la nómina está entre el 60 % y el 100 % de la renta garantizada, se aplican exenciones que varían según las características de la unidad de convivencia.

Exenciones según la unidad de convivencia:

  1. Si no se han obtenido ingresos en el ejercicio fiscal previo:
    • Unidades de convivencia con un adulto sin menores a cargo: 30% de exención.
    • Unidades de convivencia con menores: 35% de exención.
    • Unidades monoparentales o con complemento por discapacidad: 40% de exención.
  2. Si se han obtenido ingresos en el año anterior:
    • Adulto solo o varios sin menores: 20 % de exención.
    • Varios adultos con uno o varios menores a cargo: 25 % de exención.
    • Adulto solo con uno o varios menores a cargo: 30 % de exención.

¿Qué ocurre si se superan los límites?

Es importante destacar que si los rendimientos laborales superan el 100 % de la renta garantizada, se pierde el derecho a percibir el IMV. Esta situación puede generar dudas entre los beneficiarios: ¿por qué trabajar si se está recibiendo una ayuda?

La respuesta radica en que el IMV es una prestación no contributiva, lo que significa que no se cotiza para la jubilación. Por tanto, aceptar un empleo y generar ingresos no solo mejora la situación económica a corto plazo, sino que también puede tener un impacto positivo en el futuro, al contribuir a la construcción de derechos para una pensión.

Reflexiones finales

Aprovechar el incentivo al empleo del IMV puede ser una estrategia eficaz para mejorar la calidad de vida y avanzar hacia la independencia económica. Si bien el IMV brinda un apoyo esencial, es crucial considerar las oportunidades laborales como un camino hacia una mayor estabilidad.

 

28.10.2024

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